PODER Y CRÍTICA | Carlo Fonseca León es uno de esos personajes de la política mexicana que si no existiera lo hubiera inventado Eduardo del Río (Riuz), sería algo así, en estos tiempo de modernidad y tecnología como un híbrido entre un gato y un perro, un ente social que entierra su estercolero pero que te muerde la mano por un mísero cochupoo; desde la regiduría de Puerto Morelos amasó una fortuna, cobrando prebendas, sobornos y comisiones que ahora presume como empresario restaurantero que creció económicamente vendiendo rollos de sushi a 50 pesos, pero los portomorelenses no se olvidan que cuando llegó enviado por «La Mafia Verde» conducía una Jeep Patriot, negra modelo 2011, toda destartalada que ahora ha cambiado por lujosas Land Rover y Grand Cherokee blindadas.
Esa simbiosis de can y minino le permitieron avanzar con la administración de Blanca Merari Tziu hasta colocarse como un factor de voz y mando, ante la incapacidad de la alcaldesa que tuvo que ceder ante «La Mafia Verde» que lo tiene incrustado desde Laura Fernandez, administración donde no pasó de Síndico aplaudidor, pues siempre lo tuvieron en segundo plano: de faldero
Pero con la primera administración de Blanca Merari impuso a su padrastro Alberto Arelle Sergent como Síndico sin tener la residencia de Puerto Morelos, él, desde la regiduría empezó a hacer negocios a manos llenas en Puerto Morelos, esa dupla de maldad, ambición y corrupción crecieron como la espuma.
Carlo Fonseca es el rey otorgando permisos, firma de contratos, concesiones y todo lo que pueda generar dinero. Él pelea con Abraham Masegosa Raña ser el presidente de facto, las ganancias le permiten vivir en un complejo departamental justo a lado del Hotel Riu Cancún frente a Chedraui Selecto de la Zona Hotelera en Cancún donde paga 100 mil pesos mensuales de renta, al igual que sus oficinas en edificio oasis con un costo de 45 pesos mensuales de renta todo cargado al ayuntamiento de Puerto Morelos.
En julio del 2022 el Cabildo por mayoría de incondicionales, aprobó en medio de condiciones poco transparentes, la concesión para la recoja de basura en Puerto Morelos a la empresa Red Ambiental, para lo que restaba de la primera administración de Blanca Merari y que ahora también quieren concesionar.
La empresa esta ligada a «La Mafia Verde» y fue llevada a la mesa de negociaciones; solamente cuatro regidores alzaron la voz para denunciar las irregularidades en las que se estaba lanzando la licitación, misma que tuvo varias prórrogas desde el mes de febrero y al no poder extender más el proceso se tuvo que votar. Entre las inconformidades que denunciaron en su momento, fue que la licitación se manipuló de forma que sólo concursara Red Ambiental, aunque hubo intención de la empresa Inteligencia México.
También trascendió que el pago por tonelada, sería 1,500 pesos, pero ya con la concesión quedó en 1,200 pesos, tomando en cuenta que la mayor cantidad de basura que se ha recogido en Puerto Morelos fue en temporada alta y de 65 toneladas, ahora se sabe que Fonseca León cobra una comisión por cada tonelada, ya hay voces que acusan que se está inflando el tonelaje de basura para generar más dividendos que van a parar a «La Mafia Verde».
Esos negocios de extorsión y comisiones que le dejan millonarias ganancias son «lavadas» en sus sus restaurancitos «ONIGIRI CASA POKE, Hawaian Mexican Fusion», una mezcolanza que obligan a los comensales a no regresas por segunda ocasión; presume en las orgifiestas de «La Mafia Verde» que sus restaurancitos ‘propios’ en Holbox, Playa del Carmen, Tulum, en la Nader y la Huayacán así como en Miami, Florida; con su padrastro Alberto Arelle Sergent a quien en este trienio lo impuso como Sindico Municipal, son socios en Puerto Vallarta, Punto Sur en Tlajomulco de Zúñiga, Valle Real en Zapopan, Midtown en Guadalajara, Chapalita de Zapopan, Providencia en Guadalajara; en Guanajuato tiene dos sucursales; Col Puerta de Hierro, Mercado Andares y en Jardines del Moral.
En este mundo de fantasías y utopías que vive y presume para que lo acepten como ‘nuevo rico’ en las filas de «La Mafia Verde» ha cometido errores que no coinciden con sus ingreso de con los de su padrastro, comprando camionetas suv Land Rover y Grand Cherokee que presume a toda velocidad por la avenida Kukulkan de la zona hotelera de Cancún; una vida millonaria costa de los portomorelenses que logró gracias a la incapacidad de Blanca Merari Tziu quien le dio carta abierta para saquear y extorsionar.
El padrastro salió huyendo de Guadalajara por múltiples fraudes inmobiliarios, Alberto Arelle Sergent ahora se desempeña como Asesor de Blanca Merari y sigue prófugo pues lo siguen buscando clientes defraudados en el fraccionamiento Jardines del Vergel, ubicado en la colonia Las Pintas, Tlaquepaque, Jalisco quienes exigen les sean entregadas las escrituras que esperan desde el 2014; la promesa de entrega de papeles por parte de Alberto Arelle Sergent y su hijo Alejandro Arelle Frank nunca sucedió.
Una de las familias afectadas acudió al castastro municipal y comprobó que los terrenos de las casas por las cuales pagaran más de 600 mil pesos no pertenecían a los Arelle sino a la familia Gutiérrez Rizo, y la empresa Patrimonio Hipotecario quien prestó el recurso para la construcción a quienes Grupo A y A no pagó.
Alberto Arelle Sergent y su hijo Alejandro Arelle Frank cerraron las oficinas de su ‘constructora’ y huyeron a Cancún, donde Alberto se topó con la mamá de Carlo Fonseca y de ahí nació esa dupla de extorsión y corrupción que durante los proximos tres años seguirá saqueando el erario de Puerto Morelos.