PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) atraviesa uno de sus momentos más complicados: ha perdido más de 880 mil pasajeros en lo que va del año, lo que representa una disminución del 2.6% respecto al mismo periodo de 2024.
Entre enero y septiembre de 2025, el aeropuerto “Benito Juárez” movilizó 33.2 millones de viajeros, su nivel más bajo desde 2021, según los registros oficiales de la terminal.
La caída se concentró principalmente en los vuelos nacionales, que bajaron 5%, mientras que el tráfico internacional apenas subió 1.5%, lo que refleja una recuperación desigual entre los viajes domésticos y los del exterior.
El AICM es actualmente el único de los aeropuertos principales del país que no ha logrado recuperar su nivel previo a la pandemia, debido a varios factores: los límites de operaciones para evitar saturación, el traslado de vuelos al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el menor crecimiento económico nacional.
Aunque en mayo la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) autorizó elevar los despegues y aterrizajes de 43 a 44 por hora, la cifra sigue muy por debajo de los 52 movimientos permitidos en 2024 y de los 61 autorizados en 2022, lo que mantiene restringida su capacidad operativa.
El analista de aviación Jonathan Félix, de Verum, explicó que esta caída obedece tanto al contexto económico como a una reconfiguración del mercado aéreo. “Aeroméxico ha reducido operaciones nacionales y fortalecido las internacionales, generando menos flujo dentro del AICM”, indicó.
Además, los problemas de infraestructura y saturación también han impulsado a diversas aerolíneas a buscar terminales alternas, como el AIFA o Toluca, para mantener su crecimiento.
Otro reto para el aeropuerto capitalino es cumplir con la meta de al menos 40 millones de pasajeros al año, necesaria para cubrir los pagos del Fideicomiso de los bonos del cancelado aeropuerto de Texcoco, financiado con la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA).
En 2024, el AICM perdió su liderazgo como el aeropuerto más transitado de América Latina, superado por el Aeropuerto El Dorado de Bogotá, que además fue reconocido como el mejor de la región por la consultora británica Skytrax.
La disminución de pasajeros refleja una crisis estructural en la terminal aérea más importante del país, atrapada entre falta de espacio, restricciones operativas y la presión por mantener su viabilidad financiera en un entorno cada vez más competitivo.







