PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Tras semanas de especulación, el veterano mariscal de campo Aaron Rodgers ha decidido firmar con los Pittsburgh Steelers para la campaña 2025 de la NFL. Rodgers, de 41 años y cuatro veces MVP de la liga, informó a su amigo y entrenador de Pittsburgh, Mike Tomlin, que se unirá a los Steelers, poniendo fin a meses de negociaciones.
Rodgers y Tomlin mantuvieron conversaciones durante gran parte de la primavera. A finales de marzo, el quarterback visitó las instalaciones del equipo de incógnito, cubierto con un sombrero y unas gafas de sol, para evaluar el ambiente y reunirse en persona con la dirigencia. Aunque los encuentros fueron cordiales y prometedores, Rodgers decidió detenerse antes de dar el paso definitivo: en abril, durante su participación en “The Pat McAfee Show”, señaló que necesitaba tiempo para “ayudar a su círculo cercano en situaciones difíciles” y asegurarse de poder comprometerse plenamente con el equipo.
Con el inicio del minicampamento obligatorio programado para la próxima semana, Rodgers ha confirmado que está en el momento justo para dedicar toda su atención a los Steelers. El veterano, quien cumple su vigésima temporada en la NFL, llega a un equipo que ha experimentado una rotación constante en la posición de quarterback desde la retirada de Ben Roethlisberger tras 2021.
Competencia por la titularidad
En Pittsburgh, Rodgers competirá por el puesto de mariscal titular con Mason Rudolph, quien ha compartido snaps con Justin Fields y Russell Wilson en la campaña anterior. De concretarse la decisión de los entrenadores, Rodgers se convertiría en el quinto quarterback en iniciar la Semana 1 para los Steelers en cinco temporadas consecutivas.
A pesar de la inestabilidad en la posición de pasador, los Steelers han logrado mantenerse competitivos: llegaron a playoffs en cuatro de las últimas cinco campañas. Sin embargo, resultaron eliminados con marcadores holgados en cada aparición. Ahora, vestirá el uniforme negro y dorado un mariscal ya legendario que busca regresar a la postemporada y avanzar más allá de la primera ronda.
La partida de Fields y Wilson
Las salidas de Justin Fields y Russell Wilson dejaron un vacío en Pittsburgh. Fields, quien se apuntó un récord de 10-7 en 2024 y llevó a los Steelers a los playoffs, firmó con los Jets de Nueva York por dos años, con la misión de reemplazar a Rodgers. Wilson, por su parte, se comprometió por un año con los Giants, tras una breve pero efectiva temporada con Pittsburgh.
Con la marcha de ambos, los Steelers y Rodgers encontraron un punto de conveniencia mutua: Rodgers obtiene la oportunidad de seguir demostrando su talento en un equipo con aspiraciones de postemporada; Pittsburgh, por su parte, consigue a un líder experimentado para tratar de alcanzar estabilidad en la ofensiva aérea.
Un “matrimonio de conveniencia”
Tanto el comandante en jefe de los Steelers, Mike Tomlin, como el propio Rodgers han reconocido que esta unión obedece a motivos pragmáticos. Rodgers confía en recuperar su mejor nivel bajo la dirección de un cuerpo técnico con larga trayectoria, mientras que Pittsburgh espera que su presencia estabilice la posición de quarterback y renueve las esperanzas de éxito en la AFC Norte.
Con la mirada puesta en el inicio del minicampamento, Rodgers llegará a Pittsburgh listo para entrenar bajo las órdenes de Tomlin y el coordinador ofensivo. Su firma no solo representa un golpe de efecto en la NFL, sino también la promesa de que los Steelers cuentan, al fin, con un mariscal de campo capaz de competir al más alto nivel.
La temporada 2025 arranca con la interrogante de si Aaron Rodgers podrá devolver a los Steelers al protagonismo que les caracteriza o si, como en años recientes, la franquicia deberá seguir navegando en la búsqueda de la mezcla ideal para alcanzar el Super Bowl.







