Cancún, Q. Roo, 12 junio, poder y crítica.– Abandona Emiliano Ramos Hernández, diputado presidente de la Comisión de Justicia, a la familia de Héctor Casique Fernández, pese a que el año pasado utilizó su causa para acaparar reflectores e impulsar su carrera política.
El perredista aprovechó el caso de Héctor Casique era un preso torturado por el borgismo para posicionarse como candidato y “colarse” en el Congreso del estado, al conseguir una plurinominal.
En ese entonces, como figura de oposición, denunciaba la tortura e injusto encarcelamiento de este ex-escolta. Eran constantes las ruedas de prensa en compañía de la hermana y madre de la víctima. Hoy, estas dos mujeres, afligidas por su asesinato, ocurrido el pasado viernes, no consiguen que Ramos siquiera les conteste el teléfono.
Para el ahora diputado, la justicia del caso Casique ya no le es útil e incluso le resulta “incómodo”, motivo por el que prefiere esconderse en vez de auxiliar a una familia que confió en él sólo para descubrir que fueron utilizadas con fines electorales.
Sus planes ahora son ser candidato a la presidencia municipal de Benito Juárez y para ello se ha aliado con la mafia taxista, sin importarle que sus vaivenes impulsen indirectamente a la delincuencia organizada.
Esta lucha supuestamente contra la impunidad, le sirvió también para tumbar al ex fiscal Carlos Arturo Álvarez Escalera exigiendo castigo a los torturadores. Ahora apoya al fiscal Miguel Ángel Pech, que tiene bajo su protección y en puestos claves a todos los judiciales demandados. Emiliano mostró su lado oportunista, y su punto de vista giró 180 grados, ahora defiende a los que ayer tachó de criminales. Incluso los familiares de Casique acusaron directamente al procurador de orquestar del que fuera víctima del borgismo y ahora ejecutado a punta de metralla.