México, 10 mayo; poderycritica.-El Gobierno del Estado de Puebla mantiene la atención a víctimas de la explosión en San Isidro, municipio de Chilchotla, en donde fallecieron 14 personas, de las cuales 11 eran menores entre cuatro y 15 años, confirmó la Secretaría General de Gobierno.
Al lugar acudieron el jefe de la oficina del gobernador, Javier Lozano, así como el director general de Protección Civil estatal, Rubén Darío Herrera, y se esperaba la llegada del gobernador José Antonio Gali Fayad.
Se detalló que desde este lunes 8 del presente mes, a las 21:00 horas, en dicha localidad, perteneciente al municipio de Chilchotla, se llevaban a cabo los preparativos para la fiesta patronal del próximo 15 de mayo.
A finales de diciembre de 2016 se dieron una serie de explosiones en un mercado pirotécnico del municipio de Tultepec, Estado de México, que dejaron 42 fallecidos.
Según lo que entonces declaró una de las supervivientes del incidente, las explosiones comenzaron cuando un niño encendió un cohete.
En el hecho de Puebla, se explicó que como es tradición en muchos municipios del país, una semana antes del festejo, se traslada el santo patrono de la casa del mayordomo de las festividades del año anterior a la casa del nuevo anfitrión.
El traslado de dicha imagen es acompañado con verbenas y fuegos artificiales, uno de los cuales cayó dentro de una casa donde se almacenaba material pirotécnico a usarse el día de la celebración, lo que provocó una explosión que derribó el techo de esta vivienda resultando nueve decesos en el sitio.
La Secretaría General de Gobierno detalló que otros cuatro fallecieron en el hospital de Quimixtlán y uno más en el nosocomio de Guadalupe Victoria, para un total de 14 decesos hasta el cierre de la edición, de los cuales 11 eran menores de entre cuatro y 15 años.
Además se tienen contabilizados 22 lesionados internados en varios hospitales.
La poca seguridad ensombrece celebración
La comunidad de San Isidro celebraba la proximidad del día de su patrón cuando se desencadenó un accidente pirotécnico que dejó al menos 14 muertos; tragedia auspiciada por la poca seguridad que conlleva la tradición del lugar, por la que grandes cargas de cohetes se almacenen en casas.
Ubicada en Chilchotla, Puebla y con 500 habitantes, estaba la noche del lunes en mitad de los llamados “tlachycoemetis”, los festejos que ocho días antes de San Isidro Labrador (el 15 de mayo) anuncian el día mayor de las fiestas patronales. Decenas de personas estaban reunidas en la casa de quienes iban a ejercer como los “mayordomos” cuando sucedió la tragedia.
