México, 02 diciembre; poderycritica.-Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, presentó su renuncia al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que será efectiva a partir del primer día de julio de 2017 para ocupar la gerencia general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) a partir del primero de octubre de ese año.
La noticia de inmediato generó volatilidad en el peso: el dólar igualó el cierre máximo histórico que registró hace una semana y se cotizó en 21.05 pesos en ventanillas. El precio de la divisa verde repuntó 20 centavos comparado al cierre del miércoles luego de darse la noticia de la salida.
El funcionario negó que dejar la institución sea por diferencias con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) o con el Gobierno federal sobre sus políticas monetarias y reiteró que el presidente del Consejo de Administración del BIS, Jens Weidmann, fue quien le informó de su designación como gerente general del BIS por un periodo de cinco años, en sustitución de Jaime Caruana.
Carstens negó que su renuncia signifique que “abandone el barco en medio de la tormenta (…) voy a seguir aquí todavía siete meses y espero que la tormenta no dure tanto”, sostuvo, refiriéndose a los problemas económicos por los que atraviesa el país.
Sostuvo que es exagerado atribuir la depreciación del peso mexicano al anuncio de que dejará la entidad en julio del 2017, antes de que venza su mandato.
El especialista afirmó que busca seguir sirviendo en un ámbito más global: “Voy a estar aquí siete meses más y el mercado sabe (…) que las decisiones no dependen de mí. Pienso que lo que ha venido pasando son reacciones sobre todo a movimientos de tasas de interés internacionales”.
Jose Antonio Meade, titular de la SHCP, afirmó que la salida de Carstens no causará impactos negativos a la economía mexicana.