PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | A partir de este año, la República Checa aplicará nuevas restricciones al uso de fuegos artificiales con el objetivo de reducir afectaciones a la salud, el medioambiente y el bienestar animal. La medida impide lanzar pirotecnia a menos de 250 metros de hospitales, asilos, refugios de animales, zoológicos y áreas naturales protegidas.
La normativa, vigente desde el 1 de enero, extiende a todo el país las limitaciones que ya se aplicaban en Praga desde 2020. Con ello, se busca disminuir el impacto del ruido y los residuos generados por estos artefactos, especialmente en zonas sensibles.
Algunos municipios, como Pilsen, Mlada Boleslav y Pardubice, incorporaron la ley nacional a sus reglamentos locales, aunque permitieron excepciones para el uso de pirotecnia durante la celebración de Año Nuevo.
Además, la legislación endurece las reglas para la venta de estos productos, que ahora solo pueden adquirirse en establecimientos autorizados y con verificación de edad. En el caso de compras en línea, se exige mayor control y, para artículos de mayor riesgo, la entrega presencial.
Las sanciones por incumplir la norma van de 400 a 4 mil euros. También quedaron prohibidas las llamadas “linternas de la suerte”, mientras que únicamente se permite el uso de bengalas y pequeños artículos luminosos considerados de bajo riesgo.






