El legendario boxeador mexicano, Julio César Chávez, reveló que su hijo Omar está internado en una clínica de rehabilitación en Tijuana debido a problemas de adicción al juego y las drogas. Según Chávez, Omar había estado entrenando en Culiacán, pero comenzó a mostrar comportamientos obsesivos y compulsivos, lo que lo llevó a consumir pastillas y marihuana.
«Se fumó un churro de marihuana que le ofreció un amigo y se puso como loquito, andaba en las calles gritando que lo querían secuestrar y paranoico», declaró Chávez. Omar estará en la clínica al menos un mes y se espera que regrese al ring en enero de 2026, junto a su hermano Julio César Chávez Jr., en una pelea de exhibición en San Luis Potosí.







