PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El gobierno chino manifestó su intención de colaborar con Estados Unidos para resolver las diferencias en torno a TikTok, luego del encuentro entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump, que aunque ayudó a reducir tensiones comerciales, no logró definir el futuro de la popular red social en territorio estadounidense.
“El Ministerio de Comercio de China informó que el país trabajará con Estados Unidos para encontrar una solución adecuada a los temas relacionados con TikTok”, indicó el organismo en un comunicado posterior a la reunión.
Hasta el momento, no se han revelado detalles concretos sobre posibles acuerdos que garanticen la permanencia de la plataforma, propiedad de la empresa china ByteDance, en Estados Unidos.
Entre leyes y negociaciones
El gobierno de Trump ha impulsado desde su retorno a la Casa Blanca medidas para forzar la venta de TikTok a inversionistas estadounidenses, argumentando preocupaciones de seguridad nacional por el manejo de los datos de los usuarios.
Aunque el Congreso estadounidense aprobó una ley que prohíbe el funcionamiento de TikTok si no cambia de propietario, el Ejecutivo ha extendido en varias ocasiones los plazos para alcanzar un acuerdo, sin resultados definitivos.
Expertos señalan que la posición de China no ha variado sustancialmente. Bonnie Glaser, directora del programa Indo-Pacífico del German Marshall Fund, destacó que “para Pekín, el caso TikTok no representa una prioridad estratégica; sin embargo, está dispuesta a permitir que Washington presente el tema como un avance diplomático”.
Un tema político y social
El debate sobre TikTok ha trascendido el ámbito comercial. Según datos del Centro de Investigación Pew, cerca del 43% de los adultos estadounidenses menores de 30 años obtienen noticias a través de la plataforma, superando incluso a redes como YouTube, Facebook e Instagram.
No obstante, la opinión pública sigue dividida: un tercio de los estadounidenses apoya una prohibición por motivos de seguridad, otro tercio se opone y el resto se mantiene indeciso.
El principal punto de conflicto radica en el algoritmo de recomendaciones de TikTok, considerado por Estados Unidos un riesgo potencial de manipulación, aunque hasta ahora no existen pruebas de interferencia directa por parte del gobierno chino.
 
			






