PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El monopolio del transporte de pasajeros marítimo en Cancún, Quintana Roo, sufre un nuevo embate ahora jurídico. El desorden administrativo que la empresa Ultramar y sus filiales tienen con motivo del fallecimiento de su fundador, don Germán Orozco, hombre recio y trabajador que a su partida lo suceden sus hijos y que ha generado una ambición desmedida en los descendientes.
El desconocimiento en el manejo de la empresa construyó ideas de su venta a otros empresarios de la región. Algunos tan reconocidos como Xcaret pero posteriormente desistió de su posible compra. Ultramar hoy tiene el monopolio del transito marítimo en la región del caribe.
La actividad económica que desarrolla Ultramar principalmente en efectivo, hacen opaco su control administrativo y vulnerable a acciones de defraudación fiscal, los ingresos reportados deberían ser contrastados con el flujo de personas y vehículos que utilizan esos transportes turísticos.
Ultramar ha entrado en un proceso de descomposición, la lucha interna por el negocio los orilla a replantearse sobre permanecer con ella, consientes de que ello traerá como consecuencias recibir revisiones de las diversas áreas del gobierno federal y estatal con las que se involucran, por ejemplo el SAT, SEMARNAT, Protección Civil, entre otras que cuentan con facultades para revisarla. Pero no es oportuno ser ingenuos, si algo se divulga al interior son las relaciones con el gobierno del Estado.
Nuestra gobernadora tiene un amplio reconocimiento estatal, se lo ha ganado, no se escatiman sus esfuerzos por estar cerca de la población, su imagen es intachable, sería oportuno cuestionar si sabe o está dispuesta a investigar lo que sucede en Ultramar o prefiere que la federación lo haga.







