PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Los habitantes de la Franja de Gaza han comenzado a guardar parte de la comida que reciben de las organizaciones humanitarias por miedo a que el reciente alto el fuego con Israel no se mantenga, informó este martes la portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para Oriente Medio, Abeer Etefa.
“Las familias están consumiendo menos de lo que reciben porque temen que la ayuda pueda interrumpirse en cualquier momento”, explicó Etefa durante una conferencia de prensa en Ginebra.
Pese a la tensa calma, la funcionaria de Naciones Unidas destacó que desde el inicio del cese al fuego no se han registrado saqueos a los convoyes del PMA, ni siquiera por parte de grupos armados, debido a que algunas panaderías han retomado operaciones y la población confía en que la asistencia continúe.
Actualmente, el PMA mantiene en funcionamiento nueve panaderías y 26 puntos de distribución de alimentos, la mayoría ubicados en el sur y centro del enclave. Sin embargo, la ayuda sigue siendo insuficiente, sobre todo en el norte, donde unas 500 mil personas fueron declaradas en julio en situación de hambruna o riesgo severo.
Etefa advirtió que los desplazamientos desde el sur hacia el norte de Gaza siguen siendo “sumamente complicados” debido a la destrucción, lo que limita la entrega de suplementos nutricionales para mujeres embarazadas, lactantes y menores con desnutrición.
La vocera del PMA instó a que se abran todos los pasos fronterizos de la Franja, ya que con solo dos —Kerem Shalom y Kissufim— no es posible introducir las 2 mil toneladas diarias de suministros que se requieren. Actualmente, apenas ingresan unas 750 toneladas por día.
El organismo humanitario también pidió permitir la entrada de productos comerciales, especialmente alimentos frescos, para complementar la dieta de la población, tarea que no corresponde directamente al PMA.
Desde el inicio del alto el fuego, el 11 de octubre, el Programa Mundial de Alimentos ha logrado ingresar 530 camiones con 6 mil 750 toneladas de ayuda, suficientes para alimentar a 480 mil personas durante dos semanas, aunque su objetivo es alcanzar a 1.6 millones de gazatíes en los próximos tres meses.