PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | En las últimas semanas, autoridades y expertos en seguridad informática han detectado un incremento alarmante en la venta de tarjetas bancarias robadas a través de la dark web, un espacio oculto de internet utilizado por delincuentes para comercializar datos personales y financieros de manera anónima.
Los ciberdelincuentes logran acceder a esta información mediante técnicas de hacking, phishing y malware, extrayendo datos sensibles como números de tarjetas, códigos de seguridad y datos personales de las víctimas. Posteriormente, estos datos son ofrecidos en mercados clandestinos digitales, donde compradores interesados pueden adquirirlos para realizar fraudes, clonaciones y compras fraudulentas. La lucha contra el cibercrimen continúa siendo un desafío global que exige cooperación entre gobiernos, empresas y usuarios para garantizar la seguridad en el mundo digital.