PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El Gobierno de la Ciudad de México publicó en la Gaceta Oficial un decreto que modifica la Ley de Protección y Bienestar Animal y la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos, estableciendo que las corridas de toros deberán realizarse sin causar lesiones ni la muerte a los animales.
¿En qué consiste la reforma?
A partir de la entrada en vigor de la ley:
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Se permitirá únicamente el «espectáculo taurino sin violencia», es decir, sin heridas ni sacrificio de los toros.
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Se prohíbe el uso de objetos punzantes como puya, banderillas, estoque, rejón, descabello y puntillas.
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El toro o novillo deberá ser devuelto a la ganadería o su propietario al finalizar el evento.
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Cada espectáculo tendrá un máximo de 15 minutos por animal y un mínimo de seis ejemplares por evento.
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Se aplicarán multas de 2,000 a 3,000 veces la UMA (Unidad de Medida y Actualización) vigente por cada animal lesionado o muerto.
Impacto económico: el sector taurino en alerta
Empresarios del sector aseguran que la prohibición de las corridas con violencia podría generar pérdidas de hasta 9.000 millones de pesos a nivel nacional, ya que la tauromaquia impulsa diversas industrias como la ganadería, la confección de vestimenta y la logística de los eventos.
«El sector se recuperó tras la pandemia y ahora estamos 15% arriba de los niveles de 2019 en términos de corridas y asistencia», afirmó Manuel Sescosse, presidente de Tauromaquia Mexicana.
También destacaron que la asistencia ha crecido en los últimos años, con un 55% de mujeres y un 40% de jóvenes en los eventos.
Futuro de la tauromaquia en México
Con la Ciudad de México sumándose a la tendencia de prohibir o modificar las corridas de toros, el debate entre tradición y bienestar animal sigue abierto. Mientras tanto, el sector taurino enfrenta un desafío sin precedentes para mantener su viabilidad en el país.