PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Las medidas arancelarias impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han provocado una rápida respuesta por parte de Canadá y China, que han anunciado represalias comerciales en reacción a los nuevos gravámenes.
Desde la madrugada del martes, Estados Unidos impuso un arancel del 25% a las importaciones mexicanas y canadienses, además de un 10% a productos energéticos de Canadá. Asimismo, duplicó hasta 20% los aranceles sobre bienes chinos.
En respuesta, el Gobierno de China anunció nuevos aranceles de hasta 15% sobre exportaciones agrícolas estadounidenses y amplió la lista de empresas de EE.UU. sujetas a restricciones comerciales.
Por su parte, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, informó que su país impondrá aranceles por más de 100 mil millones de dólares a productos estadounidenses en un plazo de 21 días.
“Estados Unidos ha decidido lanzar una guerra comercial contra sus aliados más cercanos, y Canadá responderá con firmeza”, declaró Trudeau, criticando la postura del Gobierno estadounidense.
Las repercusiones de estas tensiones comerciales ya se reflejan en los mercados financieros, que registraron caídas ante la incertidumbre. Analistas advierten que estas medidas podrían elevar la inflación y afectar las cadenas de suministro globales, marcando un giro en la política comercial con posibles consecuencias a largo plazo para la economía de los tres países involucrados.







