Poder y Crítica | Redacción | A meses de que finalice su construcción, el complejo hotelero Sha Residences, ubicado en la zona continental de Isla Mujeres, parece seguir el patrón de ser una edificación más cimentada sobre una zona de manglares.
Este complejo hotelero, que comenzó su construcción hace poco más de dos años, se promociona a nivel mundial como la pionera mundial en medicina integrativa, y la empresa a cargo es considerada también una de los principales complejos médicos de Europa.
A su disposición, este complejo tiene 7 hectáreas, que, según se espera, estarán albergadas por “naturaleza autóctona”, todo ello frente a una playa de medio kilómetro de arena blanca.
De acuerdo con uno de los objetivos generales de esta empresa, el concepto es busca respetar “el entorno” en el que está construido, mismo que fue seleccionado, según afirma la revista Forbes, luego de tres años de investigación a cargo de especialistas de la marca Sha.
Sin embargo, al contrario de este objetivo referido, en los alrededores del predio de construcción se pueden apreciar de manera más que evidente varios manchones de manglares, presuntos sobrevivientes de una depredación reciente, para erigir en su lugar las “moles de concreto”.
De igual forma, la devastación es muy visible en toda el área interior, ya que se pueden observar varios espacios recientemente desmontados, cubiertos de material de construcción, donde antes estaba un humedal, muy típico en toda esa zona, pues se encuentra a metros de la playa.
Sin importar los permisos que pudiera haber recibido la obra, la tala de manglar es un delito del ámbito penal. Además, la edificación tendría que respetar los 20 metros de la zona federal marítimo terrestre, así como la duna costera.
