La presidenta municipal pretende gastar hasta cinco millones de pesos para la organización de la Expofer 2022, además de buscar concesionar el evento por dos años, a cambio de otros 2 millones de pesos
PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Nuevamente la alcaldesa de Othón P. Blanco, Yensunni Idalia Martínez Hernández es motivo de repudio popular, el municipio en crisis y pretende gastar más de cinco millones de pesos en un feria popular, aparte de que le llueven las críticas por gastos personales excesivos, mientras el abandono en el que mantiene a sus pobladores, por falta de infraestructura, energía eléctrica y servicios básicos.
En Chetumal le reprochan la mentira de las luminarias pues aseguró que les brindaría luminarias dignas; sin embargo, el millón y medio de pesos que gastó fue en productos de baja calidad, como hiciera su antecesor.
Esto provocó la molestia de los delegados, quienes se quejaron de que las lámparas que recibieron cuestan mucho menos de lo que presuntamente se pagó por estas, y exigieron conocer a dónde fue a parar el dinero público de la compra.
“Casualmente”, en los días subsecuentes se ha visto a la presidenta municipal a bordo de una nueva camioneta, con ropa nueva, arreglos faciales, entre otros lujos.
Los bolsillos de Yensunni Martínez no tienen fondo pues sigue pidiendo dinero a su Cabildo con la excusa de la realización de la Expofer, al mismo tiempo, que estira la mano para conseguir presupuesto al gobierno estatal que va de salida.
Por lo que al aprovecharse de ambos gobiernos, la Edil estaría destinando de tres a cinco millones de pesos para la Expofer 2022, según con la finalidad de darle una rehabilitación al lugar, así como para mejores eventos artísticos, zona de expositores, combustible, alimentos, materiales y demás gastos que la alcaldesa se vaya sacando de las mangas para justificar el millonario presupuesto.
Y como si esto no fuese suficiente, Yensunni Martínez pretende concesionar la realización de este evento municipal por un periodo de dos años, a cambio, de dos millones de pesos, eso sí, dicha concesión no incluiría el salón de eventos, ni el área destinada a la exposición ganadera.
En caso de lograr que alguien se anime a adquirir dicha concesión, la Presidenta Municipal conseguiría deslindarse de cualquier responsabilidad sobre los incidentes, accidentes, descontentos, deficiencias y demás que caracterizan cada año la realización de este evento; dejándolo en manos de alguien más, a pesar de que saldría beneficiada por los millones ingresados a las arcas de su gobierno.
Con esto Yensunni pretende continuar con la vieja costumbre de darle pan y circo a la población dejando de lado los continuos reclamos por las colonias en penumbras, calles repletas de baches, la plaga de mosquitos, un zoológico deplorable y más… mientras ella sigue invirtiendo únicamente en su persona a través de costosos tratamientos estéticos y accesorios personales de diseñador.
Por otra parte se ha filtrado en Redes Sociales el negocio Yensunni Martínez, mediante el cual pudo hacerse de un vehículo de lujo y hasta invertir en su imagen.
No conforme con ser la alcaldesa peor evaluada de todo el sureste de México, Martínez Hernández sube la apuesta y revive viejas prácticas para el desvío de recursos públicos a sus bolsillos, a través de compras no declaradas.
Los othonenses padecen la falta de iluminación y sus consecuencias, como asaltos y accidentes, su Edil usa el dinero público para pagarse una nueva camioneta y tratamientos que prometen mejorar su aspecto.
Según información de la Dirección de Recursos Materiales, adscrita a la Oficialía Mayor del Municipio de Othón P. Blanco, en lo que va del año, el Ayuntamiento ha gastado un millón 403 mil 507.70 pesos en luminarias.
Sin embargo, al solicitarle información acerca de qué tipo de lámparas se adquirieron con ese dinero, a quién se le compraron y dónde se colocaron, la Comuna se escuda en un brote de Covid-19 para no entregar la información.
No es casualidad que este mismo año, Martínez Hernández esté estrenando una camioneta Cadillac Escalade, un vehículo con valor de al menos 2.4 millones de pesos, que contrasta con su “humilde” salario de 15 mil 902 pesos mensuales que reporta en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Y, desde luego, una camioneta que contrasta en lo absoluto con el panorama que se vive en las calles de todo el municipio, en donde los verdaderos reyes son los baches y la oscuridad.
A esto se suma la escueta inversión de 71 mil pesos para la reparación de las calles en la ciudad capital y la contratación de Lumo Financiera del Centro, para la recolección de basura; una empresa con antecedentes penales por la simulación de renta de vehículos.
Eso solo por hablar de las calles, porque en materia de turismo también está reprobada, ante el abandono en el que mantiene la comunidad de Mahahual; y la tortura a la que somete a los animales del Zoológico Payo Obispo, al dejarlos morir de hambre.
No por nada ocupa el deshonroso 53º lugar de los 60 escalones del Ranking de Alcaldes de las 60 Ciudades más Importantes de México.
Con una aprobación de apenas 36 por ciento, Yensunni Martínez es la única Edil del sureste en aparecer en los peores sitios, donde se codea con personajes como Sandra Cuevas, alcaldesa de Cuauhtémoc (CDMX), inhabilitada por abuso de autoridad.
Información de Sol Quintana Roo
