PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Con 31 iniciativas presentadas, 10 aprobadas parcialmente lo que representa un 32% de productividad, el diputado Julio Efrén Montenegro Aguilar se coloca en el rango de los legisladores “calienta curul” que no aportaron nada a sus votantes y si medraron de las ‘ayudas sociales’ y el generoso sueldo.
La actual legislatura es acusada de ser una de las más caras e improductivas del país, según el organismo IMCO y el Observatorio Legislativo de Quintana Roo, pero, sobre todo, de las más disparatadas y que a pocos días de que termine no ha podido explicar las “ayudas sociales” ni mucho menos se ajustó el cinturón en “tiempos de pandemia” y que también intentó permanecer hasta por 12 años, iniciativa que ya tenía alrededor de 20 adhesiones.
Montenegro Aguilar llegó al congreso como suplente Alberto Batun y empezó a luchar por los derechos de la comunidad LGBTTT+ presentando una iniciativa para reformar la Ley de los municipios para que, dentro de las comisiones ordinarias de los ayuntamientos, se incluya la de Comisión de la Diversidad.
El legislador aseguró que su iniciativa será ‘punta de lanza’ de los derechos humanos en igualdad de oportunidades para la comunidad LGBTTTI, y reconoció que la iniciativa, surgió a partir de un trabajo conjunto con integrantes de colectivos de la comunidad y de las demandas de la ciudadanía que busca transformar en leyes.
“Esta propuesta no es un capricho mío, o de unos cuantos, es un anhelo de más de 200 mil ciudadanos en el estado, que con su trabajo y su forma honesta de vivir contribuyen en favor de Quintana Roo”, dijo.
Agregaba que dicha propuesta no es un “favor” a la diversidad, sino un acto de congruencia política y justicia social. Reconoce que, aunque toca fibras sensibles entre sectores de la sociedad, en su carácter de diputado no puede ignorar la demanda de “miles” de ciudadanos de Quintana Roo.
“Quizás algunos legisladores, lo pensarán antes de ejercer su voto en el pleno, y también algunos ayuntamientos”, aseguró el diputado quien incluso citó un pasaje de la obra Matar a un elefante del escritor George Orwell, para referir “que no hay nada más valioso que la dignidad personal, aunque vaya uno en contra de la frivolidad mayoritaria”, y afirmó que la “frivolidad de los homófobos puede ser mucha”.
Pero también Montenegro Aguilar, por instrucciones de Alberto Batun, y al calor del triunfo de Mara Lezama, propuso que su nombre (el de la gobernadora electa) fuera incluido en la pared de honor del Congreso del Estado y con letras duradas, así como lo están, entre otros, Cecilio Chi y María Uicab.
El argumento del diputado Montenegro Aguilar para proponer que el nombre de Mara Lezama fuera inscrito en letras doradas en el recinto legislativo fue para hacer un reconocimiento a las mujeres que han marcado momentos históricos “los cuales han catapultado de una manera impresionante sus aportes en todas las áreas en general”.
Inclusive, comparó a Mara Lezama con Marié Curie, quien fue la primera mujer en recibir dos premios Nobel, el de física en 1903 y química en 1911; y también con Simón de Beauvoir, en el campo de la literatura, al escribir la obra El segundo sexo.
Una puntada más del diputado morenistas, fue declarar que en Quintana Roo y el país se han incrementado considerable de las tazas de suicidio por acciones ilegales ligadas a las cobranzas de deudos.
Según estudios -dijo- se atribuyen al hostigamiento, amenazas, violencia verbal y física, exposición de identidad, violación de la privacidad, y hasta tráfico y venta de los datos personales de los deudores, por parte de empresas y despachos de cobranzas.
“Quintana Roo saltó del sexto lugar en suicidios a nivel nacional en 2016, y hoy ocupa el tercer lugar entre el 2020 y 2021”.
Ante esa situación presentó la iniciativa de “Ley de Ampliación del Espectro de Delitos e Ilícitos de Cobranzas”, que modificaría el Código Penal de Quintana Roo y sancionaría con penas de hasta 4 años de prisión a quienes apliquen la famosa “cobranza extrajudicial”.
Como Julio Montenegro, muchos diputados de la actual legislatura llegaron a medrar de las ‘ayudas sociales’ y con iniciativas de ocurrencia que lo exhibieron su mediocridad, Montenegro, resultó improductivo y zalamero.