Italia, 17 de Noviembre; poderycritica.- Italia legalizó la mariguana para uso médico el año pasado, pero los altos costos de comprarla en las farmacias han implicado que muy pocas personas logren acceder a la droga. Por ello, el gobierno buscó una solución: que el ejército la cultive.
Desde el próximo año, un laboratorio de alta seguridad en un complejo militar en Florencia cultivará cannabis para el sistema de salud de Italia, en un experimento que el gobierno dice brindará mariguana segura, legal y accesible a pacientes enfermos.
Esto le permitirá al gobierno bajar el precio para los consumidores, que ahora deben pagar hasta 10 veces más en una farmacia por mariguana importada oficialmente desde Holanda de lo que pagarían en la calle con un traficante local.
Se espera que las autoridades regionales de salud ofrezcan la droga a pacientes a bajo precio o gratis, lo que ayudaría a acabar con los traficantes vinculados a la mafia.
Pero resta ver si grandes cantidades de personas se anotan en el sistema debido a factores culturales en un país católico con un estigma histórico contra las drogas.
A unos 60 kilómetros de Venecia, Gianpaolo Grassi, el principal experto en cannabis del país, está intentando cultivar la planta de mariguana perfecta en su granja de 70 hectáreas para investigación, el único lugar del país autorizado para plantar al aire libre la droga con más de un 0.2 por ciento del químico psicoactivo THC (tetrahidrocannabinol).
Su variedad, que también crece bajo techo a la luz de potentes lámparas y detrás de puertas blindadas, serían cultivadas en el laboratorio militar de Florencia, que ya produce las llamadas «drogas huérfanas» para tratar enfermedades raras.
El potente olor de las flores llena el aire en la granja de Grassi. Una cerca con alambre de púas rodea el campo plagado de cámaras de video a lo largo del perímetro. El sofisticado sistema fue instalado hace unos años para evitar que entraran los ladrones que asaltaban la granja y rompían las paredes de los invernaderos para robar las plantas. «Todos jóvenes», dijo el científico riendo.
Hasta la década de 1960, esto era el territorio del cáñamo, donde se cultivó por siglos una variedad del cannabis usada para fabricar cuerdas, ropa y papel.
El investigador de 57 años recuerda con cariño los campos de cáñamo de su juventud. Más tarde como científico se sintió fascinado con la versatilidad de la planta.
Desde el 2002, Grassi ha experimentado con unas 330 cepas diferentes de cannabis de grado médico, que por siglos fue usado para tratar dolor y enfermedades hasta que fue prohibido en la mayor parte del mundo en el Siglo XX.
Por ahora, el plan para el Ejército aún está definido como un «proyecto piloto» y los detalles de quién calificará para el tratamiento deben decidirse.
Las autoridades italianas han dejado muy en claro que no planean seguir los pasos de Estados Unidos, donde luego de las leyes sobre mariguana como tratamiento médico se aprobó la legalización en algunos estados también para uso recreativo.
Italia quiere asegurarse que «curar a las personas enfermas no se convierta en una excusa para extender el uso de la sustancia», dijo el senador Carlo Giovanardi, un activista católico a «una sociedad de zombies».