La famosa frase de “la satisfacción del deber cumplido” cobra cada vez mayor relevancia, cuando vemos en todos los niveles, en todos los partidos y en todos los ámbitos políticos, una cada vez más descarada decisión de enriquecerse con los recursos públicos, olvidándose del honor que supone servir al pueblo.
Aquel José María Morelos y Pavón, quien solicitó le cambiaran el apelativo de “su Alteza Serenísima” por el de “Siervo de la Nación” en virtud de convertirse en uno de los primeros funcionarios públicos de México, habría de convertirse en ejemplo para las nuevas generaciones. Todo lo contrario.
Tenemos el caso de Pepe Toño de la Vega, quien lejos de considerarse un funcionario al servicio de la sociedad tabasqueña, se ve a sí mismo como miembro de la realeza francesa y usa a discreción los recursos públicos con el afán de promocionar su imagen con miras a la gubernatura (Dios nos libre).
Parece irreal que sean cada vez menos los políticos con intenciones de trabajar, de solucionar problemáticas y brindar resultados. Cada vez les importa menos saber que pasarán a la historia como unos ladrones, corruptos, sinvergüenzas y que ese será el legado que heredarán sus descendientes.
Al tiempo.
Quiero aprovechar este espacio para felicitar a nuestro compañero Jaaziel González y a Estefani Yanes quienes contrajeron nupcias este sábado 24 de junio.
Todo el personal que labora en este semanario, les desea que el inicio de esta nueva vida juntos, esté llena de abundancia, felicidad y gratos momentos.