PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El gobierno federal proyecta la instalación de una planta de mezcla de Combustible Sostenible de Aviación (SAF, por sus siglas en inglés) en el Aeropuerto Internacional de Cancún, como parte de la estrategia nacional para reducir las emisiones de carbono del sector aéreo y avanzar hacia una aviación más limpia.
De acuerdo con el Programa Institucional de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) 2025–2030, esta iniciativa responde a la alta demanda operativa de Cancún, una de las terminales con mayor tráfico del país. El documento destaca que 63% de los pasajeros aéreos en México se concentra en solo cinco aeropuertos: Ciudad de México, Cancún, Guadalajara, Monterrey y Tijuana.
La planta formará parte del plan de modernización de la infraestructura de almacenamiento de combustibles, iniciado en 2021 en la terminal quintanarroense. Antes de su construcción, se pondrá en marcha un proyecto piloto en la estación de combustibles de la Ciudad de México, que contempla la importación, mezcla y distribución del SAF.
El combustible sostenible de aviación se obtiene a partir de fuentes renovables y se mezcla con queroseno convencional, ya que los motores actuales solo pueden operar con una proporción de hasta 50% de SAF. Este proceso es fundamental para reducir la huella de carbono sin alterar la operatividad de las aeronaves.
Según el plan institucional, la incorporación del SAF permitirá a México cumplir los compromisos ambientales de la Agenda 2030 de la ONU, especialmente los Objetivos de Desarrollo Sostenible 7 y 13, relacionados con energía limpia y acción climática. Además, reforzará la soberanía energética y tecnológica del país y lo posicionará como referente regional en aviación sustentable.
El documento de ASA también señala que este tipo de proyectos contribuirán a mejorar la posición de México en el Ranking de Competitividad Mundial del IMD 2025, donde actualmente ocupa el lugar 55 entre 69 economías, por debajo de Colombia.
Con la nueva planta, el Aeropuerto de Cancún consolidará su papel como nodo estratégico para la transición energética del sector aéreo mexicano, impulsando una operación más moderna, segura y respetuosa con el medio ambiente.







