Cancún, Q. Roo,17 Marzo,PoderyCritica.-A la edad de 87 años, se confirmó su muerte del poeta Derek Walcott ,originario de la pequeña isla de Santa Lucía, deja una obra en la que se perciben sus raíces.
Además de una importante obra poética, en la que destaca Omeros (1990), poema en el que reinventó con visión caribeña La Odisea, Walcott escribió por lo menos 80 piezas de teatro. En suma, una obra que le valió ser reconocido con el Nobel de Literatura en 1992.
Walcott nació en Santa Lucía en 1930. Hijo de un pintor británico y de la directora de una escuela metodista, el poeta refería que había recibido la mejor “educación colonial”. Sin embargo, remarcaba el hecho de que sus dos abuelas fueron esclavas. La pertenencia a una colonia y, por otra parte, la herencia del conquistador, son elementos con los que juega Walcott en varios de sus poemas.
Publicó su primer poemario a los 19 años. Un año más tarde, en 1950, se mudó a Jamaica, donde estudió literatura inglesa, francesa y latín. De acuerdo con Richard Lea, de The Guardian, durante toda su trayectoria, Walcott intentó hacer suyo el canon occidental. De ahí que en su obra haya evocaciones de Shakespeare, Eliot, Yeats y Wordsworth, culminando con Omeros, poema épico en el que “recoloca a Aquiles, Helena y Filoctetes entre pescadores de las Indias Occidentales”, es decir, en pleno caribe.
Por otra parte, sus obras de teatro tratan, principalmente, sobre los problemas de identidad en el Caribe, esto en el contexto de convulsionada lucha racial y política de la década de los 70. Por la agresividad de sus métodos de enseñanza, Walcott fue víctima de acusaciones que pusieron en juego su prestigio como docente. Sin embargo, esto no fue motivo para demeritar su obra literaria, la cual fue reconocida con varios premios: Premio Nobel de Literatura (1992), el Grinzane Cavour (2006) y el T.S Eliot (2011).